jueves, 11 de agosto de 2011

En los mares del Sur de R. L. Stevenson


En primer lugar lo apropiado es saludar a todos los miembros, miembras, membretes y membrillos de este distinguido club. En segundo dar gracias a Antón por la invitación y a los demás por su dedicado esfuerzo en la escritura de estas críticas, me habéis hecho perder media tarde de trabajo buceando en ellas.

Me estreno en esta bitácora literaria, con una breve consideración sobre el último libro que he leído, En los mares del Sur de R.L. Stenvenson, para, si cabe, incitar más a Gaspar y al resto a su lectura.

Fue leyendo un cómic encima de mi queridísima amiga la hamaca, en mi jardín, cuando alcanzó a mi mente un pensamiento sobre Gauguin y sus últimos días en las islas del Pacífico Sur, su etapa como pintor más brillante y vibrante. Qué agradables días llenos de luz y calidez tuvo que pasar allí para dar esas pinceladas... ¿cómo podría hacerme yo una idea de lo que era ese lugar, esas gentes, esa época? Fácil, no solo Gauguin escribió bastante sobre su estancia allí, además un literato de la talla de Stevenson había relatado sus propios viajes por la zona unos años antes.

En los mares del Sur no es una novela propiamente dicha (o sería más apropiado decir que no lo es en absoluto), es más bien un libro de viajes. Pero no hay que olvidar que el oficio de Stevenson era precisamente el de fabulador, cuentista, o novelista, y que por lo tanto la transcripción de sus diarios mantiene toda la solvencia de su verbo y su saber hacer.

Stevenson nos hace viajar con él a lo largo de varios archipiélagos, relatándonos sus vivencias y adornándolo todo con apuntes sobre la cultura, religión, comportamiento y costumbres propios de cada uno de ellos. Pero su aproximación nunca es la del antropólogo, es una aproximación altamente subjetiva, describe lo que cautiva su mirada y la mayoría de las veces no se guarda su opinión, que quizás por poco informada está mucho más próxima a la verdad; a veces peca de ingenuo, otras muchas sabe predecir la destrucción que el contacto con Occidente trajo a esas islas.

Es interesante como una fuente tan próxima a la fecha de la colonización real de este territorio sabe describir con mucha más mesura y tolerancia a un pueblo, que años más tarde fue tristemente caricaturizado en la figura del caníbal salvaje, comparándolos y encontrando multitud de similitudes entre este y el suyo propio, los escoceses. Y es que no hay mejor manera de conocer algo que vivirlo de primera mano.

Nada se puede decir de arcos argumentales, o ritmo, puesto que siendo diarios su estructura refleja la estructura de la vida misma, pero os transmito que mi sensación fue la de una lectura amena, que en ningún momento se hace pesada. Stevenson es capaz de meternos en su piel y que sintamos la fascinación que sintió él en cada uno de esos momentos. No es de extrañar que los nativos lo conociesen por Tusitala ("el que cuenta cuentos").

Yo, como Stevenson que pasó sus últimos días allí, o Gauguin, también me he quedado prendado por estas islas, ahora me espera en la cola de lecturas-que-no-son-tebeos justo después de O Espertar de Kate Chopin (que espero poder comentar aquí en breve), Taipi de Herman Melville, primera novela del famosísimo escritor que trata sobre su vida "entre los caníbales".

Añado finalmente que es un libro perfecto para esta estación, ya que la temperatura es un plus de ambientación en este caso.

14 comentarios:

  1. Primero de todo, gran bienvenida!

    Me ha gustado mucho leer esta reseña y me ha metido muchísimas ganas de leer este libro, quizá por ganas de evasión.

    Además, también me ha metido ganas de seguir publicando reseñas (quizá había perdido un poco la fe).

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  2. Yo la verdad es que llevo posponiendo la lectura de Stevenson dejándolo siempre como segundo o tercer libro en la lista y leyendo otras cosas por el camino pero me parece que entre esto y un post que había hecho Gaspar hace tiempo pues... mejor dejar de dar rodeos e ir al grano.

    Estaba leyendo el segundo libro de "Las novelas de Pendergast" pero la verdad es que es bastante malo y no tiene ni siquiera el ritmo que tenía el primero así que igual lo dejo.

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  3. Arr marinero, bienvenido. Yo estaba pensando empezar a leer estos días algo de piratas y filibusteros por eso del calorcito,y seguir entretando con los crímenes (que siempre relaja :P).Pero tal vez atraque mi buque corsario en los mares del Sur y saquee un poco los bodegas de Stevenson (que mal suena eso)

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  4. Es cierto, Olalla, suena absolutamente sexual.

    No he encontrado el libro en formato electrónico para poner el link. Habrá que recurrir a los cadáveres de árboles...

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  5. Bueno, Stevenson ya murió hace un tiempo así que en Project Gutenberg están sus libros en inglés:
    http://www.gutenberg.org/ebooks/search.html/?default_prefix=author_id&sort_order=downloads&query=35 (no se si este link funcionará, confiemos en que sí).

    "En los mares del Sur" se puede descargar de: http://www.gutenberg.org/ebooks/464

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  6. ¡Bienvenido! : )

    Pues yo lo empecé hace no mucho y lo tengo a medias. Como acabo de terminar un par de libros que leí entre medio ahora creo que me voy a volver a poner con él, a ver si lo acabo.

    Por cierto que lo que llevo leído me ha gustado mucho. Lo describe muy bien Miguel, y creo que lo de leerlo en la hamaca en un día de veranito es una gran idea 8 D

    Aloha !

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  7. En este enlace de Google Maps podeis ver fotitos de Nuku Hiva, la isla que visita Stevenson al principio del libro, es bonita, verdad?

    Saludetes

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  8. Pues sí que es bonita!
    Yo quiero vivir una parte de mi vida en un sitio así.

    Una cosa que me atrae es que empiezas a darle a la ruedita del zoom y aún hay que darle un buen rato antes de empezar a ver continentes...

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  9. Oh, pues es una mala idea posponer a Stevenson, pero si todavía no has leído nada suyo antes que este te recomendaría la, no por evidente menos genial, Isla del Tesoro.

    Y sí, las islas del Pacífico son una preciosidad, aunque ahora mucho menos que entonces, cuando todavía no estaban explotadas por terribles complejos hoteleros, y masificadas de turismo ramplón, con ganas de torrarse al sol en vez de redescubrir parte del espíritu aventurero de Stevenson, Gauguin, Melville o tantos otros.

    Ahora mismo está rondándome un proyecto de cómic la cabeza y precisamente esa ambientación, esa época, 1861, año de la Guerra de Secesión también, y ese lugar, las islas del Pacífico, es una de las dos que más casan y más me apetecen para contarla (la otra por si tenéis curiosidad es la de una secta pseudohippie, new age en los 70).

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  10. La isla -> muy bonita pero yo tengo que reconocer que no creo que fuese capaz de acostumbrarme a una vida con tan pocos... ¿problemas?, ¿sobresaltos? ¿Internet?, quizás para unas cortas vacaciones.

    Sobre Stevenson -> he de decir, en mi defensa, que sí he leído varios libros (aunque me sería imposible saber cuáles, La isla del tesoro y Jekyll & Hyde sí, el resto no lo sé) pero todos cuando era jovencito (14-15), ahora me gustaría volver a leerlos para tenerlos más frescos y para ver si el impacto es el mismo que en su día.

    A veces, al releer un libro de los que leí cuando estaba en el Instituto encuentro nuevos significados aunque, ahora mismo, no se me ocurre ningún buen ejemplo.

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  11. Pues sí, son una época y un lugar muy chulos para un historia.

    A mi tambien me gustaría visitarla... Pero lo que dice Stratotopfler, ahora mismo deben estar bastante masificadas, una pena.

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  12. Por cierto, jojojo, "before there was a Clark Kent there was a Hawaiian Supaman"... canción del cantautor hawaiano Israel Kamakawiwo'ole sobre el heroe polinesio Maui. Podrías hacer un tebeo sobre Maui...

    Letras de la canción.

    Para los que no lo conozcais Israel Kamakawiwo'ole es un obeso músico de 300 kg de peso que se hizo relativamente famoso con un mashup de 'Somewhere over the rainbow' y 'What a wonderful world'... : ) ¿se dice mashup? :-?

    Esta canción, que mezcla las dos máximas pasteladas del mundo mundial, fue bastante conocida al parecer y a lo mejor os suena haberla oído en 'Urgencias' en una emotiva secuencia en la que muere un personaje (¡no digo quien, no digo quien!).

    Y por cierto he encontrado este video con la canción sobre Maui amenizada por un tío que se acaba de convertir en mi héroe y en un modelo de comportamiento y de conducta.

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  13. Es lo que tienen los modelos de comportamiento y conducta, que se reconocen a primera vista. Habrá que convencer a Samuel para que aprenda a tocar el Hawaiian Supaman en el ukelele y te haga el acompañamiento, eso y llevar cámaras.

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  14. Consígueme un Ukelele y soy vuestro hombre.

    (Hummmm, tampoco son tan caros... )

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