martes, 2 de agosto de 2011

La ventana siniestra de Raymond Chandler

 
Título: La ventana siniestra  ( o la ventana alta)

Año de publicación: 1942

Estilo: policíaco

Argumento:
El argumento de este libro, gira entorno a la desaparición de una vieja y peculiar moneda de oro, el Doblón Brasher  y de una vieja y rica arpía de Pasadena que dará más de un dolor de cabeza al protagonista del libro, el detective Philip Marlow.

La descripción de esta moneda aparece en el libro a través de : " una moneda de oro del tamaño de medio dólar, brillante y resplandeciente como si hubiese salido recién de la ceca. La cara frente a mí me mostraba un águila con sus alas desplegadas, con un escudo en el pecho y las iniciales E.B. punzonadas en el ala izquierda. Alrededor había un reborde de puntos, y entre este y el canto sin acordonar, la leyenda E PLURIBUS UNUM. En la parte de abajo, la fecha 1787. Di vuelta la moneda sobre mi palma. Era pesada y fría, y sentí mi palma húmeda bajo ella. El otro lado mostraba un sol naciente detrás de un pico montañoso, luego un doble círculo de lo que parecían hojas de roble, luego más latín, NOVA EBORACA COLUMBIA EXCELSIOR. Debajo de este lado, en mayúsculas más pequeñas, el nombre BRASHER.


Todo ello acompoñadado, como ocurre en otros libros de Chandler de profusas descripciones, de rubias muy rubias, de chantajes, tipos enormes con cicatrices y cara de pocos amigos,  y de la chulería e ingenio del prota

Poco más se puede contar de este libro sin desvelar mucho.

 La trama al igual que los  otros libros de Raymond Chandler es sencilla, amena y bien narrada, aunque claro está es más de lo mismo, y aunque recomendable no es de lo mejor de Chandler, que sin duda podría ser “El sueño eterno”o  “Adiós muñeca”

Aún así encontramos joyitas en sus diálogos como estas:

Desde diálogos absurdos, pero con el toque de humor sencillo:
“-¿Quiere tomar algo mientras espera?
- Un Martini seco, muy muy seco
- ¿ Lo comerá con cuchara o con un cuchillo y tenedor?
- Córtelo en rebanadas, lo pincharé mientras voy  a la escuela
-¿Quiere que le ponga una aceituna en la maleta?
-Tíremela a la nariz, quizá eso le haga sentirse mejor”


Pasando por frasecillas de "tipos duros": 

“ si me habla así es probable que termine usando botones de plomo en su chaqueta”
“es una chica estupenda y por regla general sabe la hora que es"

Para terminar con frases cada dos por tres que refuerzan el ego del protagonista: 
“- ¿Quiere algo de mí o solo practica?
-Pensé que descubriría si usted era lo bastante inteligente como para que  resultase útil hablar con usted
- Soy muy inteligente- manifesté, sería una lástima no hablar conmigo"

¿No estaría bien ir por ahí soltando frases como esas cada dos por tres? y sin que te rompan la cara :P.

3 comentarios:

  1. Buaah que dialogos más guays! : D mola un montón

    ResponderEliminar
  2. Los diálogos divertidos pero lo que me parece realmente excepcional es que tuvieses por casa una moneda ¡exactamente como la describe en el libro!, menuda casualidad.

    No entendí bien lo de la chica que sabe qué hora es, supongo que será porque yo, como mucho, puedo decirte el mes y, a veces el día. Ojalá fuese tan espabilado como esa chica de la que hablan.

    ResponderEliminar
  3. Para mi lo mejor de este escritor son esos diálogos entre absurdos y divertidos.

    Y sí son machistas y algo arcaicos, pero eran otros tiempos y además creo que no te daban la licencia de detective privado si eras políticamente correcto y que creías en la igualdad y equidad de oportunidades.

    Y si ¡mira que casualidad tantas cosas en los cajones de casa y encontré esta moneda! , pero si pretendes venderla, como ocurre en el libro, está blindada, no podrás hasta mi muerte. Y eso creo que ya sería el argumento de otro libro :P

    ResponderEliminar

Hai excomunión, reservada a Su Santidad, contra qualesquiera personas que obviasen, evitasen o de qualquier otro modo se abstuviesen de comentar, vilipendiar o maldizer de caballeros de bien o gente como usted.